Restaurantes Colectivos
La desinformación rodea a menudo los comedores comunitarios. ¿Cómo funcionan? ¿De dónde sale la plata para ponerlos a funcionar? ¿Quiénes tienen derecho a usarlos? Debate sobre PobrezaS decidió incluir la política pública frente a la inseguridad alimentaria en este especial sobre el hambre por considerarla un elemento esencial de las formas para combatirla. Asimismo, hace parte de un esfuerzo por tener en cuenta la mayor cantidad de perspectivas posibles en la presentación de la problemática.
Son las 10 de la mañana en un comedor comunitario del centro de Bogotá y las mesas están vacías, esperando a que sea la hora para que la fila de personas que ya está afuera pueda entrar a recibir su almuerzo. La tranquilidad de la zona de las mesas contrasta con la actividad que tiene lugar en la cocina. Desde altas horas de la mañana funcionarios trabajan en la preparación del menú de ese día siguiendo las directrices de la Secretaría de Integración Social.
Esas directrices están contenidas en un Anexo Técnico que acompaña todos los contratos entre la Secretaría y los operadores de los comedores y contiene hasta los detalles más minuciosos de cómo debe operar el comedor: el gramaje que debe contener cada porción servida, qué verdura se sirve qué día, etc. Eso implica que lo que se sirve en cada comedor de la Secretaría debería ser exactamente igual en términos de menú, cantidad y calidad en toda la ciudad.
El reloj marca las 11am y empiezan a ingresar los primeros usuarios. A la entrada hay una funcionaria que se encarga de confirmar que la persona sí está inscrita en el sistema y es un usuario autorizado de los comedores. La inscripción la realiza la Secretaría directamente la cual recibe las solicitudes de todos los ciudadanos y evalúa su vulnerabilidad. El objetivo es garantizar que sí están dentro del marco de la población objetivo del programa. Para eso, Inclusoras Sociales realizan visitas al hogar de quien solicita el servicio y diligencian una ficha que evalúa las condiciones de vida de la persona.
Si sí necesita el comedor, todo su núcleo familiar queda inscrito excepto los niños que estén registrados en los jardines infantiles de la Alcaldía porque ahí reciben alimentación. Eso genera el inconveniente que el día sábado, día en que sí hay servicio en el comedor pero no en los jardines, esos menores pueden quedar sin alimento. ¿Qué tendrán en mente en la Alcaldía con esos niños?
Donde en mi comunidad realizaremos grandes labores para colaborarles a los que poco tienen !
